Es sólo un sueño
cuando escribo tu nombre con ternura
y creo que lees en cada letra uno de mis suspiros;
cuando al confesarte mis dulces delirios
imagino que sonríes con picardía
pues compartes mis deseos más profundos.
Es sólo un sueño
si al decirte que te amo me parece que haces una pausa
para escuchar cómo tu corazón se corresponde con el mío;
si deseando abrazarte te comparto mi calor hecho palabras
y se me antoja que las tuyas enardecen gustosas mi alma.
Un sueño solamente
cuando te hablo en trasparentes ideas
que se desprenden de mí con agónica esperanza
y respondes con la ingenuidad de una niña
que gusta de ser seducida pero se niega a aventurarse
en los laberintos de un amor indebido
pues sabe que es sólo el sueño de un hombre
perdido en los encantos de una ninfa prohibida y lejana.
Es sólo un sueño...
Nelson Fernando Celis Ángel
Quito, Ecuador, crepúsculo del 1 de marzo de 2011
No hay comentarios.:
Publicar un comentario