domingo, 27 de abril de 2008

¿Resignación?

Frente a la realidad de nuestros pueblos, la resignación parece ir constituyéndose en costumbre. Nuestro mundo, el que nos fue encomendado, el que a diario recreamos, nos supera y enfrenta nuestras capacidades a su ensombrecedora presencia.
La historia nos aplasta con su trágico fluir y, sumidos en la incertidumbre, poco a poco perdemos la fuerza humana para sobreponernos a los problemas.
Pero hoy os digo: la lucha tiene razón de ser, si el ánimo victorioso se mantiene. Somos capaces de tantas maravillas, que basta desear bienestar, para empezar ya a disfrutarlo. No os dejéis vencer por un enemigo etéreo, nuestra fuerza interior es sustrato de vida y creación permanente. Si bien no somos Dios, ni como él, somos artífices de nuestra propia historia: tenemos el don de ser felices y de transmitir nuestra felicidad a otros. ¿Por qué rendirnos, si aún no nos hemos dado por completo en la batalla?
Contad con mi bendición para transformar vuestras dudas en certezas, vuestro desaliento en esperanza, vuestra debilidad en fortaleza, vuestro miedo en amor...
Os saludo.