lunes, 25 de agosto de 2008

Un poco de historia

Este artículo apareció en el diario El Tiempo hace once años, cuando me dedicaba a la Organización que por aquél entonces creé:
Hierbabuena: Cómo Trabarse Con La Vida
Nelson es un joven bogotano de 19 años, estudia ciencias políticas en la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP) y sin más recompensa que la satisfacción personal se puso a trabajar por la juventud de San Cristóbal, su barrio.
La idea fue calando en la mente de muchos que hoy se han convertido en multiplicadores de su proyecto.
Nelson estudió su primaria en el colegio Liceo Infantil La María. Allí, Hilda Aura Moreno, no solo le enseñó las primeras letras sino que fue como una abuelita para Nelson, nunca la voy a olvidar, por ella es que he logrado tantas cosas. Me decía que tenía que ser grande, que tenía que ser el mejor y ayudar mucho en mi barrio , estas fueron las ideas que más adelante darían fruto en la vida del joven.
El párroco del barrio, el sacerdote Huertas, conoció a Nelson hace 5 años cuando se estaba preparando para la confirmación y vio que era un líder, en la zona es muy admirado por ser tan inquieto y comprometido , dice el padre, quien añade que incluso ve en Nelson aptitudes vocacionales.
Nelson empezó en el grupo de acólitos de la parroquia, luego fue coordinador del grupo de lectores y luego candidato para irse al seminario Mayor, al que nunca llegó porque tuvo que prestar servicio.
Nos dijeron que teníamos que irnos a prestar servicio al Casanare, éramos 300 y ninguno se quería ir.
El teniente del Ejército desesperado con nosotros nos mandó donde un capitán de la Policía para que escogiera 50 policías bachilleres que faltaban para Bogotá.
La Policía es como muy elitista y el capitán empezó a preguntar que dóne vivía cada uno y que de qué colegio había salido. A los que decían que vivían en Ciudad Bolívar, o barrios del centro y sur, los sacaba del grupo.
Luego empezó a preguntar por los colegios, cuando me preguntó yo le dije que había salido del José Félix Restrepo, que es un colegio distrital, él se confundió y decía Restrepo... Restrepo... me suena ese colegio es bueno cierto? y yo con tal de irme para la Policía le dije: sí, buenísimo .
Así quedé entre los 100 pero aún tenía que pasar otra selección, esta vez nos formó a todos y como nos habían dicho que al entrar al Ejército nos quitaban la ropa y la quemaban, pues yo iba muy mal arreglado y no me quedó de otra que pararme derecho y mirar mal, porque la gente que mira mal se ve imponente, el capitán me miraba por todo lado y me dijo: usted se ve terrible, pase para allá. Y así entré a la policía , dice Nelson mientras se ríe.
Sus ojos verdes brillan, dice que ha sido un peleador y que siempre consigue lo que quiere. Tal vez debido a esto no se da por vencido aunque de empresas imposibles se trate, como ponerse sus propias tareas cuando prestó el servicio militar.
Eso de pararse en una esquina con un pito no es para mi, a mi me dolía la cabeza y me zumbaban los oídos, entonces no lo hacía. Tampoco me gustaba requisar, por todo esto era el peor en servicio .
Terminó por convencer a sus superiores de que le permitieran hacer trabajo comunitario, fue a buscar al padre Huertas y le dijo: padre, présteme un salón y déjeme hacer maravillas . Este fue el comienzo de la Organización Juvenil Hierbabuena.
Hierbabuena empezó en un salón de la Parroquia de San Cristóbal, había libros, balones y hasta clases de karate, pintura, teatro y danza. Todo sin costo para los jóvenes y sin remuneración para Nelson y los dos auxiliares que le ayudaban.
Le pusimos Hierbabuena porque es como la antítesis de la mala hierba. Es como hablar de las cosas bonitas, de que la juventud es la hierba bonita, lo contrario de lo que se escucha siempre de los jóvenes.
Es como trabarse con la vida, volar en roscas grandes donde todos aprendemos , dice Nelson mientras se aparta el pelo de la cara.
Todo este trabajo con la comunidad hizo que fuera escogido como uno de los mejores auxiliares bachilleres de Bogotá el año pasado. Y gracias a su trabajo, el comandante de bachilleres Victor Muñoz lo llamó para dictar talleres a los auxiliares bachilleres.
Su trabajo no termina allí, apenas empieza. Se ha extendido a Aguas Claras y a Guacamayas en el sur de la ciudad. Nelson sonríe y con ese buen humor que lo caracteriza dice de planes para el futuro tengo reactivar el grupo de Hierbabuena San Cristóbal que está un poco abandonado.
Quiero entrar también a la coral de la parroquia, pero como tengo voz de tarro, estoy aprendiendo teclado, para ver si el otro año entro ...porque de que entro... entro , concluye con esa voz firme y esa seguridad que les pone a todas las empresas que inicia y que con su empeño logra sacar adelante.
Publicación eltiempo.com Sección Bogotá Fecha de publicación 20 de noviembre de 1997