Me preguntas qué es un hombre enamorado, te respondo:
es quien te dice “te amo” con palabras que no brotan de su boca con tal fuerza como lo hacen auténticamente de sus excitadas entrañas;
quien sabiendo que disfrutas las caricias, te roza esporádicamente con exagerado recato para reservarte el mayor disfrute cuando lo posees por completo;
quien te besa apasionadamente disfrutando el sabor de tu boca y sonríe porque sabe que en un beso se le va la vida y le retorna con absoluta calma, mientras su corazón con el tuyo compone una melodía de acústicas entre divina y profana;
quien te hace suya como en un rapto extático y se deja poseer por la cadencia de tu espalda, sacro, ilion, coxis y caderas –tus partes preferidas-, en la danza sublime de dos carnes que se entremezclan y moldean en sudorosas expresiones, donde sentir significa por igual amar y excitar.
Un hombre enamorado es quien te proclama estos misterios, mientras su mente vuela a la fantasía inconcebible de estar contigo, sabiendo que no eres más que un delicioso sueño...
Nelson Fernando Celis Ángel
Quito, Ecuador, Madrugada del 2 de marzo de 2011
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