Es nuestra tarea, como conocedores de estas realidades veladas, mover mentalidades, generar resistencia: pero que no dobleguen nuestro espíritu, pues habríamos perdido la lucha.
Somos sembradores, dejamos la semilla en la mente y el corazón de otros y ésta, con el debido cuidado, fructificará. Pero se requiere regar constantemente, no cansarnos de remover el terreno, sin violencia, pero con pasión y vehemencia.
No somos sólo individuos cargados de ilusiones perdidas: somos Pueblo, somos Sueños Posibles, somos Lucha, somos UNO.
Os animo a reaccionar, el tiempo es ahora, la persona indicada para hacerlo: TÚ.