domingo, 19 de abril de 2015

COROLARIO

Puede ser que mi vida se extinga y el aliento de mi ser se funda con la atmósfera; quizá no fui cambio ni transformación, quizá no haya aportado ningún logro al mundo, ni mi pensamiento haya tenido eco, pero estoy seguro que viví cuanto pude, que busqué ser coherente en un mundo gobernado por la mentira y que cuanto dije e hice - que no lesionó a otros -, es válido como pretexto para sentirme hoy liberado.

Soy insignificancia y olvido, como palabra escrita en la arena: mis sueños mueren conmigo, pero mi memoria se conserva en el corazón de quienes me aman.
Si nada de lo que hice tuvo sentido, la muerte resignifica mi historia.

Si parto, en realidad es porque ha terminado mi camino, no hay nada más allá cuando lo que se espera ya se ha dado en el itinerario de los deseos cumplidos.
Siempre faltará algo, siempre estará incompleto el relato, ¿qué cambia si hoy y no mañana?

Y así me declaro “palabra pronunciada” (quizá un pobre corolario).

No hay comentarios.: